La huella hídrica de los alimentos

Durante la Capacitación Global, exploramos el Objetivo Global 6: Agua limpia y saneamiento , desde la perspectiva del indicador 6.6: para 2020, proteger y restaurar ecosistemas relacionados con el agua, incluidos bosques, montañas, humedales, ríos, acuíferos y lagos. Trabajamos en una serie de actividades interactivas para reevaluar la huella hídrica de nuestra dieta aprendiendo sobre los impactos holísticos de ciertas formas de agricultura y ganadería. Estas actividades fortalecen la relación entre los sistemas alimentarios, el planeta y la salud humana.

Notamos que los estudiantes se conectaron con cada una de las realidades que enfrenta el mundo y cómo impacta en sus localidades hoy. Las generaciones emergentes son empáticas con las situaciones ambientales y son conscientes de los impactos que pueden generar al tomar una determinada acción como comprar ropa sobrante, consumir una hamburguesa de ternera o comida chatarra. Entre todos innovamos en cómo evolucionar nuestros hábitos de consumo para regenerar nuestra relación con el agua.

En regenÜrate celebramos que los estudiantes procesen nuevos conocimientos basados ​​en las realidades que afectan no solo al ser humano, sino también a todos los seres vivos que habitan el planeta. Durante este proceso es muy importante que cada persona exprese lo que siente, sabe y quiere aprender para fortalecer ese conocimiento y ponerlo en práctica. Por esta razón, no establecimos una relación convencional entre estudiantes-facilitadores. En cambio, sentimos que todos nos acercábamos fraternalmente para motivarnos a aprender a través de juegos, risas y prácticas para difundir la pasión por el conocimiento regenerativo.

Como parte del equipo regenÜrate, sentimos que este es un espacio en el que estamos en un proceso de aprendizaje y transformación continuos. ¡Muchas gracias por los seres que nos acompañaron en esta aventura regenerativa! ¡Nos vemos pronto!