Formar a las nuevas generaciones para transformar la realidad
En la Tierra hay cerca de 3 trillones de árboles y 10-14 millones de especies, de las cuales sólo el 10% han sido identificadas y más del 86% aún no han sido exploradas. La humanidad representa sólo el 0,01% de las criaturas vivas, y sin embargo ha sido responsable de la extinción de un 83% de animales silvestres y el 50% de vidas vegetales en los últimos 75 años. ¡Las decisiones que tomemos hoy pueden pintar un futuro distinto!
Todas las acciones dejan un impacto, pero no todas tienen el mismo efecto. ¿Qué tipo de relaciones hacemos con lo que nos rodea y cuáles son sus efectos?
Los seres humanos impactan el mundo de diferentes maneras.
Relaciones de explotación
Es el uso excesivo de recursos, actividades o sistemas cuya tasa de consumo excede la tasa de reposición. Da como resultado la pérdida de especies y el deterioro total del ecosistema.
Por ejemplo, una empresa maderera encuentra tierras boscosas, tala los árboles, los convierte en papel y sigue buscando nuevas áreas para cosechar árboles. Sus prácticas de cosecha dan como resultado la pérdida de hábitat, la erosión severa de la capa superior del suelo y un mayor riesgo de sequía e inundaciones.
Relaciones sostenibles
Es el uso de recursos, actividades o sistemas que estén en línea con el ciclo de la creación para satisfacer las necesidades de hoy sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Por ejemplo, una empresa sostenible tiene una plantación de árboles de 100 árboles y cortan 10 árboles en cada ciclo para hacer papel. En el próximo ciclo, esos 10 árboles vuelven a crecer para mantener la misma cantidad de árboles. Esta empresa se centra en utilizar los recursos de manera que proporcionen un suministro constante de materias primas. Devuelven lo que toman.
Relaciones regenerativas
Aprovechamiento de recursos, actividades o sistemas que dan vida a la vida, y así proporcionar un mundo más diverso y rico para todos los seres.
Por ejemplo, una empresa estudia las huellas de carbono, ecológicas e hídricas de la cadena de valor de la fabricación de papel. Concluyen que el mejor curso de acción sería una granja biodinámica. Esto proporciona la mayor cantidad de materia prima para el papel, genera la cantidad máxima de ingresos y maximiza el empleo. Otros impactos de esta granja son la creación de un hábitat de vida silvestre para los animales, el secuestro de carbono en el suelo y la filtración del agua de lluvia.
El corazón de lo que hacemos: Regeneración
La sostenibilidad por sí sola no devuelve la vida a ríos contaminados, tierras degradadas y vertederos de desechos tóxicos. Nuestro enfoque regenerativo propone que los estudiantes transformen las adversidades en oportunidades, desarrollen proyectos individuales y comunitarios que puedan contribuir al desarrollo de las sociedades mientras reconstruyen hábitats, reforestan bosques, desintoxican aguas residuales y hacen un uso innovador de los recursos.
La regeneración ocurre cuando aprendemos a ver dónde la vida necesita más para lograr el equilibrio y qué actividades pueden contribuir hoy a un ecosistema más vivo.
Visualizamos un mundo donde la nueva generación renueva las relaciones humanas con el planeta. Un mundo con nuevos sistemas de transporte masivo de circuito cerrado, cultivos diversificados con semillas nativas, vías fluviales no contaminadas, sociedades sin brechas salariales de género ni discriminación, avances en nuevas investigaciones en salud... ¡Y mucho más!
Urge tejer las adversidades del cuerpo planetario con la educación y el futuro de nuestras sociedades.
Creemos que cada persona tiene derecho a una educación de calidad, adaptada a sus necesidades e intereses. Una que les permita explorar quiénes son y cuál es su potencial. Una educación que nos prepare para traer un nuevo orden de vida al planeta.
¿Y qué educación es esta? Conoce nuestra propuesta pedagógica.